martes, 9 de diciembre de 2008

Ideas para tratar de cambiar la política uruguaya

Estas son algunas locuras que se me han ocurrido, algunos pueden estar a favor y otros en contra o simplemente pensaran que soy un pirado, un ingenuo o un iluso que simplifica todo, en fin, no pierdo nada con tirar estos bolazos al aire:

1. Ni reelección, ni re postulación luego de 2 o 3 intentos

Si sos un candidato y te presentaste 2 o 3 veces y no ganaste, ya está mijo, supérelo y aprenda a vivir con la idea de que la gente no lo quiere de presidente y si fuiste presidente ya está, ¿qué más queres?

2. Cuota mínima de adultos “jóvenes” en las listas para las elecciones

Hay que obligar a los partidos a completar sus listas con un determinado porcentaje (50 % ¿será mucho pedir?) de hombres y mujeres jóvenes; como se pedía hasta hace un tiempo para la cantidad de mujeres ¿se acuerdan?

PD. Jóvenes a la uruguaya por supuesto, digamos hasta unos 40 o 45 años.

3. Un tope de edad para ser electo intendente

Por tirar un número diría unos 50 años como máximo, para tratar de generar un caldo de cultivo de líderes “jóvenes” con experiencia y tal vez futuros presidentes

4. Edad máxima para votar (y acá es donde armo más lío)

Por lo menos durante 20 o 30 años, pondría una ley para que no se pueda votar después de superados los 70 años (más o menos) y antes de que se me enojen les cuento la idea.

En nuestro país no es noticia que la pirámide generacional está totalmente invertida, esto significa, ni más ni menos, que la gente mayor representa un montón gigantesco de votos y que en consecuencia, literalmente te hacen ganar o perder una elección.

Me parece que hoy en día esta coyuntura hace que el político se cuide de tomar una decisión que tal vez pueda ser la mejor para la sociedad en su conjunto por temor a que pueda ser recibida con poco agrado por esta masa de votantes, que en su mayoría (no todos) es bastante conservadora; recuerden que algún político ha perdido las elecciones por decir que un determinado aumento a los jubilados no se podía dar porque no habían recursos.

En resumen, necesitamos cambios importantes de fondo y no podemos correr el riesgo de que el conservadurismo excesivo y el miedo a perder votos detengan la transformación que hay que hacer.

5. Eliminar el “ser político” como trabajo full time

Que se siga ganando bien, no tengo problemas con eso, pero que se busquen mecanismos para incentivar el no vivir toda la vida laboral productiva de uno colgado de la actividad política, por ejemplo podemos modificar la forma en que se genera la jubilación por esta actividad, podríamos topear los aportes generados a dos o tres salarios mínimos o que sea cero directamente o que cada año cuente como medio año, o cualquier cosa de forma tal que no haga atractiva la opción de que ser político sea un trabajo para toda la vida.

En resumen, fomentar que la política sea algo que uno haga una parte de su vida o en paralelo con otra actividad y que haya que pensar en un laburo productivo para garantizar el futuro económico.

6. Eliminar todo beneficio tributario o extra tributario por pertenecer a algún poder del estado

Perdonen todos los ministros, legisladores, jueces, etc. que están leyendo estas líneas, pero pienso que dar un ejemplo de igualdad con el trabajador común va a hacer más creíble toda su actuación.

No digo que se cambien cosas que afecten su performance laboral pero sí que se hagan las cosas mejor, por ejemplo, estoy de acuerdo en que reciban toda la prensa (aunque hoy se puede leer toda on line), lo que no concibo es que lo reciban como una partida de plata en vez de que se lleven los ejemplares impresos a cada despacho, sabemos bien que eso se presta para gastar el dinero en rubros diferentes al destino original.

Obviamente, todos a pagar peajes, patentes y nada de beneficios de salud extra (para ellos y su familia entera en algunos casos), a la mutualista como todo el mundo y chau pinela.

7. Las suplencias de senadores y diputados

En vez de suplentes por persona y por lista, 5 suplentes por partido (los más votados después de los electos), como un cuadro de futbol, para terminar con las olas de suplencias que todos conocemos.

El parlamento de vacaciones en enero y listo, el resto del año a laburar chiquilines.

8. Los legisladores cobran solo cuando trabajan

Simple, que cumplan con un mínimo de horas de presencia en el palacio semanales.
Si no llegan al mínimo se les descuenta y si trabajan de más, cobran extra como todos los mortales… una papita ¿no?

9. No hay más negocio de campañas publicitarias y de encuestadoras

Prohibidas las tendencias, las proyecciones y los visionarios… que la gente elija sin presiones o gurús y usemos el canal 5 como vía para llegar a todos con todos los mensajes y que se les de minutos por igual a todos los candidatos, también se pueden programar actos públicos en recintos públicos con las mismas posibilidades para todos en cada departamento (por ejemplo, en Montevideo podemos usar el cilindro).

La idea es que no haya que depender de ningún aparato partidario gigante para poder aspirar a un puesto como legislador, cosa que hoy parece imposible.

(No debe ser tan loco -por lo menos lo del canal 5- porque algo de esto ha hablado algún candidato… seguramente me habrá robado la idea, ¿cómo demuestro que lo pensé yo antes? jajaja)

10. Chau voto obligatorio

El que no le interesa, no se informa o sencillamente no quiere… que no vote… para votar cualquier cosa o por descarte creo que es preferible abstenerse y ver que elije el resto.

Por supuesto que el día de las elecciones tiene que ser un día laborable más, entre semana y que se vote en cualquier lado, ¿no se puede tener una base de datos centralizada y que cada uno vaya a votar donde le quede más cerca?

11. No existen más los fueros parlamentarios

La justicia cita e indaga al que quiere; mantener los fueros es señal de desconfianza en el sistema judicial y una acusación implícita de que es permeable a los gobiernos de turno y su existencia debería ser tomada como una ofensa por los jueces.

12. Auditoría general de la nación

Que los informes no vayan más al legislativo para que sean ignorados.
Las auditorías deben ser analizadas por el poder judicial… y como no habría fueros… que marche preso el que tenga que ir preso… jeje